viernes

...ymealegro

A veces siento que vivo ajeno al mundo que me rodea. He desarrollado un "sistema" consistente en buscar el lado malo de toda iniciativa o agrupación social, con el fin de evitar una
implicación seria. Es algo que siempre me he reprochado.

De vez en cuando me encuentro con "cosas" que hacen que me sienta orgulloso de mi condición.

Y me alegro y se me olvidan los reproches.

(he evitado los enlaces porque me hago mayor y no me gusta herir sensibilidades)

jueves

Between, between

Después de casi veintinueve años hay muchas cosas que aún me quedan por descubrir. Soy consciente de ello y por eso no voy por la vida mintiendo. Cierto es que mi ego podría tener un perfil en Facebook con mas “amigos” que las páginas anti-sgae., pero es una cuestión de supervivencia. Ese tópico de “si tu no te valoras ¿quién va a hacerlo?”. Pero a pesar de esto me enorgullezco de saber quién soy, conocer mis limitaciones y vivir de forma coherente a mis pensamientos.
Ayer volvía un bar al que hacía unos tres meses que no iba (la frecuencia viene dada por el sistema de impuestos aplicados por el gobierno a los autónomos y por la cercanía del bar a la empresa que gestiona todos mis asuntos fiscales). Y ya no estaba la familia (¿catalana?) que antaño lo regentaba. En su lugar se encontraban una mujer que se acercaba a los cuarenta y un oriental (chino, según descubrí posteriormente) que aparentaba poco mas de treinta años. Ella se encargaba de las tostadas y él atendía con celeridad y destreza a todos los que se asomaban por la barra del bar. No paraba ni un momento. Saludaba a unos y otros. Establecía el orden de lectura del periódico. Y todo esto mientras bromeaba con la encargada de las tostadas (posteriormente reconocida pareja sentimental del avezado camarero). La verdad es que la estampa resultaba chocante en un primer momento. Pero hizo que volviera a mi cabeza una idea que ya la ha rondado en varias ocasiones.
Y no es mas que el hecho de que vivo en una “tierra” que no es consecuente (entiéndase como “tierra” la porción de terreno que comprende el sur de la península ibérica, omitiendo el Algarve portugués). Y no somos consecuentes porque, nos guste o no, vivimos del turismo. Es algo que debería cambiar, pero que, mientras eso sucede, debemos aceptar. Me cansan los camareros que te miran por encima del hombro, los dependientes que piensan que te hacen un favor por mirarte o todos aquellos que se empeñan en negar esta evidencia. Porque negándolo no conseguirán nada.
Habrá quien diga que con este índice de paro no podemos permitir que nos quiten el trabajo. Pero no olvidemos que, como decía el gran IvÁ, somos un “país de moros”. Aquí si podemos trabajar un poco menos y ganar un poco mas, pues perfecto.
Nos hemos creído ese rollo de que somos europeos pero estamos a años luz de ser la mitad de europeos que nuestros vecinos andorranos.